Una mujer estaba sentada en un sofá, tomando té helado con su madre.
Mientras hablaban de la vida, el matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la edad adulta, la madre hizo sonar los cubos de hielo en su vaso fuertemente y luego miró fijamente a su hija.
'Nunca te olvides de tus hermanas' le advirtió, dando vueltas a las hojas de té en el fondo de su vaso.
'Ellas se volverán cada vez más importantes con el paso del tiempo.
No importa cuánto ames a tu esposo, no importa cuánto ames a los hijos que tengas, vas a necesitarlas.
Recuerda salir con ellas siempre, hacer cosas con ellas siempre.
Recuerda que cuando hablo de tus Hermanas me refiero a TODAS las mujeres... tus amigas, tus hijas, y todas las otras mujeres que estén ligadas a ti.
Las vas a necesitar. Las mujeres siempre las necesitamos.'
Ella escuchó a su madre. Mantuvo contacto con sus Hermanas y cada vez tuvo más amigas con el paso de los años.
Conforme estos fueron pasando, uno tras otro, ella fue entendiendo, gradualmente, a lo que su Madre se refería.
Conforme el tiempo y la naturaleza presentan sus cambios y sus misterios en la vida de una mujer, tus verdaderas Hermanas siempre permanecen.
Una amiga nunca está demasiado lejos para llegar a ella cuando la necesitas.
Cuando tienes que caminar por un valle solitario y tengas que hacerlo por ti misma, las mujeres de tu vida, estarán alrededor del valle, alentándote, orando por ti, empujándote, interviniendo por ti, y esperándote con los brazos abiertos al final del camino.
Algunas veces, incluso romperán las reglas y caminarán a tu lado .... O vendrán y te llevarán cargada.
Amigas, hijas, abuelas, madres, hermanas, suegras, nueras, cuñadas, nietas, tías, primas, sobrinas: son una bendición en la vida!
Cada día, seguimos necesitándolas.